«Sucré Salé» y «Pampanichi» se llaman los emprendimientos de dos lambareñas, que encontraron inspiración para crear y progresar, a pesar de la pandemia. En esta primera entrega de «Lambareñas que emprenden», les contamos la historia de Mirna Villasboa y Palmira Medina.
Las ganas de superarse personal y profesionalmente y obtener ingresos para construir un mejor futuro fueron la fuente de inspiración de estas mujeres lambareñas. Palmira Medina, creadora de la tienda de prendas y accesorios Pampanichi; y Mirna Villasboa, fundadora de Sucré Salé, con sus deliciosos productos dulces y salados, nos cuentan cómo iniciaron su camino como emprendedoras.
Amor por la cocina

«Siempre me gustó la cocina; aparentemente, era mi vocación. Cuando el papá de mis hijos perdió el trabajo, empecé a vender pizzas y elaborar productos salados, aunque lo que realmente me gusta es hacer cosas dulces. Así, hace ya tres años que me dedico de lleno a este emprendimiento», relata Mirna Villasboa, creadora de «Sucré Salé, una negocio culinario en el que prepara productos dulces y salados para comercializarlos.
Las ganas de agasajar a su sobrina por su primer año de vida fueron los motores que impulsaron a Mirna a estudiar gastronomía. Actualmente, de la mano de estos conocimientos, la emprendedora recepciona, con 24 horas de anticipación, pedidos de todo tipo de productos salados como bocaditos y pizzas, además de tortas, en el campo de lo dulce.
Aunque en el desarrollo de su iniciativa se presentaron dificultades, según la emprendedora, «Sucré Salé» le ha generado muchas satisfacciones. «Hace tres años, creí que no tenía nada. Ahora, con este emprendimiento, puede decir que también aporto mi contribución o granito de arena para mantener a mis hijos», menciona Mirna, madre de Kiara, Hugo y Sofía.
Mirna es una admiradora del profesor de cocina Osvaldo Gross, quien conducía un programa televisivo aregentino denominado «Sucré Salé». Precisamente, en honor a este espacio televisivo le puso nombre a su emprendimiento. «A mí alrededor, tengo mucha competencia en el rubro gastronómico. Entonces, para hacer algo creativo, yo decidí ponerle este nombre francés», comenta la emprendedora.
El toque casero que da a sus comidas constituye, según Mirna, el rasgo característico de Sucré Salé. «Lo mío es más casero; yo trato de elaborar mis productos con ese gusto a casa. Esa es la magia del ‘po he'», explica la emprendedora.
Con miras al futuro, Mirna sueña con tener su propia cafetería o confitería, con el fin de desarrollar completamente su pasión: la repostería.
Un bazar que impulsa a emprendedores

«Desde que tenía 16 años, empecé a comprar chupetines y otros dulces para venderlos en el colegio; luego, ya no solo eran caramelos, sino también otro tipo de mercadería. Con el tiempo, participé de ferias de emprendedores y, cuando se dió la oportunidad, expuse mis productos en una tienda multimarcas. Cuando este local cerró, me animé y, con la ayuda de mi mamá, abrí un pequeño local en mi casa, con todas las mercaderías que me habían sobrado de aquel comercio multimarcas», expresa Palmira Medina (23), creadora de la tienda Pampanichi.
Así, con ganas de brindar un espacio para que otros emprendedores también puedan exhibir sus creaciones, Palmira utilizó las redes sociales para potenciar su tienda. «El local no está sobre una avenida principal o una calle concurrida; entonces, para tener alcance, decidimos potenciar nuestras redes sociales. Así fue como publicamos, a través de Instagram, donde teníamos un espacio en el que otros emprendedores también podían exponer sus productos. Gracias a esto, ahora trabajamos en Pampanichi con diversas marcas», relata la joven.
Desde accesorios y prendas de vestir, hasta cartucheras y plantas, la emprendedora busca ofrecer una diversidad de objetos, ideales para un buen obsequio.»Tenemos de todo un poco. Si querés hacer un regalo a un ser querido, ‘si o sí’ vas a encontrar en el local algo que le puede gustar», comenta Palmira.
En el proceso de desarrollo de su iniciativa, según la joven, las redes sociales fueron sus principales aliadas. «Empecé a hacer videos de TikTok, eso nos potenció. Sobre ese punto, yo creo que otros emprendedores también deberían mostrar quién está detrás del negocio. Muchas veces vemos, por ejemplo, una pulserita; pero, no vemos su poceso de elaboración ni quién creó el accesorio. Esto también puede potenciar los emprendimientos», refiere Palmira.
Con miras al futuro, la joven sueña con habilitar una sucursal de la tienda, ya sen en el departamento Central o en el interior del país.