En Perú encontraron una herramienta innovadora para involucrar al sector privado en el desarrollo de infraestructura de su propia comunidad. Se trata de las “obras por impuestos”. ¿Es posible implementar en Paraguay este tipo de mecanismos? Al respecto debatieron los gremios del sector.
En el marco de los paneles de debate desarrollados en Constructecnia 2022, se llevó a cabo el encuentro del sector privado, local y regional. Fue el miércoles último, con presencia del Econ. José Luis Escaffi, de Perú, quien desarrolló el tema “Obras por Impuestos”.
La iniciativa nace ante la brecha de infraestructura en Perú respecto a la región, según comentó José Luis Escaffi. Si bien el estado deficiente de la infraestructura es un común denominador entre los países de la región, apuntó, el caso peruano resulta más grave.
Según el Índice de Competitividad Global 2019, la debilidad de las instituciones y la falta de infraestructura son factores que obstaculizan el desarrollo de Perú. Y en este ámbito, las entidades públicas de los niveles de gobierno gastan más cada año, pero no gastan todo lo que programan. Esto ocurre en el gobierno nacional, así como el regional y el local. “No solo no se gasta todo, sino además, se gasta mal”, contó Escaffi acerca de la baja ejecución presupuestaria y el mal gasto público.
Ante la mala planificación, la falta de investigación antes de encarar las obras, el exceso de los contratos directos y la poca o nula capacidad de mantenimiento, nace la idea de las obras por impuesto “OxI”.
Es que no basta con que el Estado desarrolle más infraestructura, es importante que se provea a la población servicios de mejor calidad, de manera cada vez más eficiente, de acuerdo con lo explicado.
Por eso, en las “OxI”, la empresa privada es la financista, que contrata a la constructora y paga por adelantado, se encarga de los estudios de preinversión, los expedientes técnicos, las obras en sí y los gastos de gerencia y monitoreo.
El Gobierno (ya sea nacional, regional o local) es el que se endeuda, contrata una empresa privada supervisora y es el que aprueba todo, luego, emite el certificado de inversión para que el financista pueda dar inicio a la construcción.
Con ese certificado, se hace posteriormente el “balance” de los montos invertidos contra los montos de impuestos y esto se lleva adelante en el Ministerio de Economía (en Paraguay es Hacienda y específicamente, la Subsecretaría de Estado de Tributación-SET).

Interés de los gremios locales
El sistema de pago de impuestos con obras despertó interés en el empresariado paraguayo. El Ing. Raul Constantino, presidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei), preguntó quién fue el impulsor de esta herramienta y en cuánto tiempo se logró implementarla. Escaffi respondió que el propio gobierno peruano lo impulsó y “despegó fuerte en el tercer año de aplicación”.
A su vez, el Ing. Carlos Palacios, presidente de la Asociación de Profesionales de la Construcción (Aprocons), preguntó si existe en un techo para este tipo de inversiones y cómo se trabajó sobre el tema de menor recaudación del fisco.
Escaffi indicó al respecto que se puede trabajar con los tres niveles de gobierno: Nacional, regional y local. La ley no pone techo a la obra, aunque sí tiene techo el endeudamiento público.
Advirtió que para el privado, “es más fácil dar el cheque (en el pago de impuestos) que hacer la obra”. Entonces, ¿por qué eligen el mecanismo OxI? Porque las empresas sienten que generan mucho dinero en determinadas comunidades en donde faltan servicios básicos y encontraron en esta herramienta una buena forma de relacionamiento con dicha comunidad. Esa es la motivación, dijo.