Hoy será un día clave en la investigación de la muerte del exfiscal y exviceministro Javier Ibarra, ya que la Policía dará a conocer el resultado de la prueba de muestras de mano, anteriormente conocida como parafina, que revelará si el exfuncionario se suicidó o lo asesinaron.
Javier David Ibarra Mendoza debía cumplir 49 años este sábado 3 de diciembre. Su muerte se produjo el viernes último, 25 de noviembre, cuando fue supuestamente hallado en su casa de San Lorenzo con dos disparos en la sien, lado izquierdo.
Una autopsia determinó que las balas calibre 22 penetraron el cráneo prácticamente por el mismo orificio, es decir, que fueron disparos consecutivos, como en ráfaga, por lo que automáticamente la Policía asumió que se utilizó un arma automática.
Efectivamente, Javier Ibarra tenía siempre a mano una pistola de ese calibre y con esas características, que justamente ya no se encontró en la revisión de la escena, por lo que se cree que el asesino se llevó el arma homicida.
El único elemento que aún no permite descartar el suicidio es justamente el resultado de la prueba de manos, que revelará si hay restos de pólvora en Javier Ibarra.
Si se encuentran restos de pólvora en su mano, quiere decir que él mismo se pudo haber disparado, pero que alguien robó el arma al llegar a la escena.
Si no hay restos de pólvora en la mano, quiere decir que alguien le disparó prácticamente como en una ejecución.
Si fue así, la persona que le disparó era de su entorno muy cercano, ya que Ibarra fue atacado cuando estaba sentado frente a su verdugo, al que evidentemente conocía.
Javier Ibarra fue asistente fiscal y luego agente fiscal de la unidad Antidrogas, hasta el 2012. Desde entonces fue viceministro de Seguridad Interna, hasta 2016. Posteriormente se desempeñó como fiscal de la unidad Antisecuestro, hasta 2020. Últimamente trabajaba como abogado independiente.