La creación de las «bibliotecas callejeras» fue impulsada por el escritor Aníbal Monzón Barreto, quien las inició en el año 2018 en Lambaré. Sin embargo, en la actualidad dichos espacios se encuentran olvidados.
Años atrás, en 2018, el escritor paraguayo Aníbal Monzón Barreto, junto con el grupo impulsor, tuvo la idea de crear las bibliotecas callejeras, que son una especie de buzones donde la gente puede tomar un libro a cambio de dejar otro, de acuerdo con publicaciones de un medio nacional y una nota de la Municipalidad de Asunción. Esto, como método para fomentar la lectura, según las mismas fuentes.
En Lambaré existen por lo menos dos sitios en los que se encuentran las «bibliotecas callejeras». Dichos lugares son en la Plaza Juan de Ayolas, en la esquina de la Municipalidad, y en una parada de colectivos en la avenida Cacique Lambaré y Carretera de López, en la vereda de la subestación de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
En el caso de la biblioteca callejera de la Plaza Juan de Ayolas, parecía que no había sido utilizada en un largo tiempo, ya que fue difícil abrir la puerta, estaba algo sucia la estructura metálica y tan solo había dos libros. Al parecer, los libros no se habían tocado en mucho rato, a juzgar por su apariencia.
Por otra parte, en el caso de la biblioteca callejera en la vereda de la Subestación de la ANDE, sí había una gran cantidad de libros, revistas y folletos informativos, pero por el estado de los escritos parecía que no habían sido tocados por nadie mucho tiempo.
En este caso en particular, esta «biblioteca callejera» fue donada por una universidad, la cual funciona en frente. Así, la donación no solo consistió en la caseta, sino también en el contenido, ya que la mayoría de los libros tenía sellos identificatorios de la casa de estudios.
Las bibliotecas callejeras son públicas y por lo tanto pueden ser utilizadas por cualquier persona, quienes tienen el derecho de usar su contenido. Además de tener la libertad de llevar y dejar a disposición materiales escritos, revistas, folletos o libros que ya no use o no quiera, para que otra persona pueda disfrutar de esa lectura.