Roberto Atilio Schuhbaum Mencia era un conocido y exitoso empresario lambareño. Tenía 53 años. Prácticamente monopolizaba en esa época el negocio de la venta de vehículos a través de su playa que hasta ahora funciona en Fernando de la Mora. Un empleado infiel lo entregó a una banda de asaltantes que al final mató a Schuhbaum en un cobarde golpe ocurrido ya hace una década en nuestra ciudad.

Roberto Schuhbaum nació el 2 de junio de 1957. Era cabeza de una respetada y laboriosa familia de Lambaré, integrada además por su esposa Gloria y cuatro hijos que en ese entonces tenían 29, 28, 22 y 14 años.
Aquel lunes 13 de diciembre de 2010, don Roberto salió temprano de su casa del barrio Valle Yvate para dirigirse a su playa de venta de vehículos, situada en la avenida Mariscal López, ya en zona de Fernando de la Mora.
El empresario importador de vehículos, quien de hecho era en ese entonces el vicepresidente de dicha asociación, desayunó con su esposa, se despidió de ella y subió a su automóvil Mercedes Benz negro.
Justo cuando Schuhbaum salía de su casa, llegó la empleada doméstica de la familia, quien contó a su patrona que observó el paso sospechoso de un coche frente a la vivienda.
Solo instantes después, también llegó agitado a la casa un vecino que vendía carbón en la esquina. Visiblemente asustado, avisó que Schuhbaum fue asaltado y que se escucharon tiros.
La esposa de don Roberto y uno de sus hijos llegaron corriendo a la escena, en la calle Guavirá esquina Kuarary, a menos de 200 metros de su casa. El empresario estaba aún dentro de su coche, en el volante, pero ya prácticamente sin poder hablar. “Intentó decirme algo, pero no pudo”, recordó la viuda.
El testigo dijo que un auto Toyota le cerró el paso al Mercedes de don Roberto y que del primer vehículo bajaron tres hombres, uno de los cuales le disparó a la víctima. El tiro atravesó la ventanilla e impactó contra Schuhbaum. Este sufrió la herida debajo de la axila izquierda, cuando alzó las manos en señal de rendición. El proyectil se alojó cerca del corazón.
Aparentemente, don Roberto, ya malherido, llegó a dirigir algunas palabras a sus atacantes. Supuestamente, les dijo que la plata estaba en el maletero trasero del auto, que fue hallado abierto.
Los asaltantes llegaron a robar de adentro dos maletines, que sin embargo solo contenían documentos, así como una bolsa con las llaves de todos los vehículos exhibidos para la venta en la playa de Schuhbaum.
Los G. 59 millones que ese día tenía consigo don Roberto y que también estaban en el maletero no fueron vistos por los delincuentes, ya que se hallaban envueltos con una franela, dentro de un sobre de papel a su vez liado con una ropa. La plata correspondía a una venta hecha dos días antes y que iba a ser depositada esa mañana en un banco.
Roberto Atilio Schuhbaum Mencia murió camino al hospital.
El cabecilla fue delatado por infiel
Siete meses después del asesinato de Roberto Schuhbaum, específicamente el 23 de julio de 2011, fue capturado por la Policía el cabecilla de la banda, quien confesó todos los detalles del crimen.
Se trata de Juan Carlos Rojas, alias Kung Fu, quien cuando eso tenía 39 años y ya era un conocido de la Policía por sus innumerables antecedentes. De hecho, su madre y tres hermanos también estaban presos, algunos de ellos hasta ahora.
Kung Fue fue detenido en Ñemby, luego de que le fuera infiel a su esposa con la hermana menor de esta. De hecho, el asaltante se fue a vivir con su cuñada y eso fue el principio del fin para él.
Una vez preso, Kung Fu reconoció abiertamente haber participado en el asesinato. Confirmó que un empleado infiel que trabajaba en la playa de venta de vehículos de Schuhbaum les suministró la información de los movimientos de su jefe. La confesión incluso fue grabada en video.
Ese vendedor de la playa sería el mismo que un mes antes del homicidio le robó 10.000 dólares a Schuhbaum de su oficina. Era un jovencito cuyo padre estaba preso por narcotráfico.
Juan Carlos Rojas, alias Kung Fu, también mencionó que el asalto que terminó con la muerte de Roberto Schuhbaum fue ejecutado en el tercer intento.
La primera vez, cuando lo iban a atacar en su casa, el auto de los maleantes llantó por el camino y desistieron. La segunda vez, cuando se iba a hacer el golpe en la playa de Fernando de la Mora, el empleado infiel les dijo que ese día había mucha gente y que mejor se pospusiera el ataque. Finalmente, hallaron la ocasión propicia aquel 13 de diciembre de 2010 en Lambaré, cuando la víctima salía de su casa.
El asaltante apresado Juan Carlos Rojas, alias Kung Fu, reveló además los nombres de los otros dos autores materiales, Ismael Fretez Marecos, alias Akãsýi, de 41 años en esa época, y Celso Ramón Centurión, alias Tulú, de 34 años cuando eso. Este último también fue detenido un tiempo después.
Juan Carlos Rojas mencionó que fue Tulú el que efectuó el disparo que mató a Shuhbaum. Atribuyó el homicidio a un accidente, ya que supuestamente el arma se disparó cuando el asaltante golpeó con ella la ventanilla del auto de la víctima.
Dos condenados, uno prófugo y uno libre
El autor confeso del asalto fatal, Juan Carlos Rojas, alias Kung Fu, cumple actualmente una condena de 25 años por el caso Schuhbaum. El que hizo el disparo mortal, Celso Ramón Centurión, alias Tulú, fue penado a 20 años. Las sentencias fueron conseguidas en 2014 por la fiscala de Lambaré Gladys González. Kung Fu y Tulú también soportan otra condena por otro violento asalto que cometieron juntos en Fernando de la Mora.
El tercer asaltante asesino, Ismael Fretez Marecos, alias Akãsýi, nunca pudo ser capturado.
El informante de los bandidos, quien era empleado de la playa de venta de vehículos de Schuhbaum, llegó a ser identificado, pero lastimosamente nunca se pudieron obtener pruebas de su conexión con la gavilla.